Introducción simplemente aclaratoria
Como en esta oportunidad cumpliré mi compromiso de compartir mi página con otro cuentista, en este caso Abel Molina Montes de Oca, debo confesar que ligarme al medio radial, me llevó a un cambio de perspectiva en cuanto a la posibilidad de hacer arte y a la vez divulgar la creación literaria aunque “…Desde 1990 me considero un hombre de la radio, a pesar de que la radio no me reconoce como parte de ese medio de expresión artística…” como expreso en mi artículo Soy un escritor de la radio a pesar de la radio que puede leerse completo en:
Reconocimiento a Abel Molina Montes de Oca
Tener a Abel Molina Montes de Oca en su condición de maestro en la escritura de guiones dramatizados radiales y además en condición de amigo un tiempo más tarde de mi comienzo en este medio de difusión masiva, me ha permitido descubrir una serie de secretos que me acompañan y me han servido para suplir la falta de publicaciones personales en la ciudad donde vivo, a pesar de la enorme cantidad de libros que tengo publicados fuera de Las Tunas.
Gracias a Molina, aprendí la importancia del esquema de trabajo previo, el trabajo del desmontaje y otros recursos que me abrieron el camino a la profundización de conocimientos, una parte de los cuales aparecen en mi artículo EL DRAMATIZADO RADIAL EN INTERNET: Cómo escribir un guión o libreto el cual puede leerse en:
Ahora bien, mi pasión por la radio data desde mi niñez, porque:
Prendí la radio y se encendió el aire
Haber prendido un radio por vez primera en la vida en fecha tan lejana como 1954 para mí ha significado más que una experiencia, el cumplimiento de un destino ineludible al que quizás ya estuviese condenado desde que me hallaba dentro del vientre de mi madre. Recuerdo que por entonces vivíamos en un pequeño pueblito de campo donde nací y como mi padre siempre fue persona muy emprendedora y había tomado un curso por correspondencia de mecánica desde una escuela ubicada en California, se dijo que él, que hablaba a todos sus amigos mientras jugaban al billar sobre este invento que en Cuba ya no era tan novedoso pero hasta aquel pequeño pueblo llamado Calixto nunca había llegado, cómo iba a carecer de un equipo tan necesario.
Fue así que pidió prestado un dinero, en aquella época treinta pesos era una suma enorme en Cuba, y se fue a la ciudad más cercana llamada Victoria de las Tunas y desde la Ferretería Colomer donde compraba habitualmente sus herramientas y piezas de repuesto para los escasos vehículos que reparaba pues no había muchos en realidad en la zona, llevó a la casa donde nací aquel aparato que a mí al principio me pareció enorme sobre todo por una batería forrada con cartón que debía colocarse muy cerca. Aunque todavía yo no sabía leer muy bien, deletree con mucha dificultad la marca: “RCA Víctor”, y en letras más pequeñas la nota: “La voz del amo”.
Fue toda una fiesta para aquel pequeño pueblito, pues ninguno de sus moradores conocía este invento que permitía escuchar personas y música desde la distancia. Muchos niños me preguntaban con frecuencia si dentro de aquella caja estaban los hombrecitos y mujercitas que hablaban y cantaban y yo, que siempre tuve imaginación y me gustaba fabular, les decía que papá por las noches los guardaba en una caja de cartón y bien temprano les daba desayuno para luego echarlos a andar con los botones que a mí no me dejaban tocar.
Hasta que una tarde mis padres tuvieron que salir a la ciudad cercana a problemas médicos y mis hermanos se fueron a jugar por los alrededores. Entonces llegó el momento que siempre había soñado: prender yo mismo la radio. Con mucho temor, casi con reverencia, me fui acercando a aquel enorme aparato hasta que me atreví a hacer girar el botón de la izquierda hacia la derecha y cuando escuché el sonido que se me pareció a un clic, una voz gruesa dijo: “Y con ustedes ya, las aventuras de Leonardo Moncada”.
Desde ese día me dije que mi destino estaría ligado para siempre a la radio y fue verdad. Desde hace muchos años escribo libretos radiales dramatizados que interpretaron primero para una estación radial holguinera los actores de ese lugar y que ahora interpretan para Radio Victoria actores que son mis amigos, y que cuando los escucho desde la cabina de control imagino que muchos niños quizás puedan pensar que se trata de hombrecitos y mujercitas que están dentro del equipo de radio, como yo mismo llegué a creer en mi ahora lejana infancia.
Tres cuentos radiales para que los disfrute
Sirva entonces esta aclaración que quizás contenga algo de mis fabulaciones, como introducción y reconocimiento a la vez a Abel Molina Montes de Oca por medio de la publicación electrónica de tres cuentos radiales de los cuales él es el director y realizador. Y para quienes deseen conocer cómo se realiza un cuento radial y las funciones de cada integrante de un equipo radial para dramatizados, les sugiero de nuevo a pinchar el enlace:
Acerca de los tres cuentos radiales que les invito a disfrutar, los tres son dirigidos y realizados por Abel Molina Montes de Oca y los actores pertenecen al Grupo Dramático de la emisora Radio Victoria, así como los técnicos de efectos, sonidos y musicalización.
En cuanto a las temáticas y los autores o guionistas de los tres cuentos:
El miércoles comienza planteando un triangulo amoroso sui-géneris: entre un hombre casado que pasa de los 60 años y una jovencita que apenas rebasa los 65 años. Su autor y guionista: Abel Molina Montes de Oca, quien a la vez es el director y realizador del cuento radial.

El coleccionista: sugiere desde sus inicios el robo por parte de dos ladrones en una elegante mansión parisina. El autor del cuento original o “literario” es el escritor Humberto Leyva Pérez, en tanto el guionista es Abel Molina Montes de Oca quien realiza una versión para la radio. Es a su vez el director y realizador del cuento radial.

La camioneta: muestra un hecho de corrupción administrativa que puede presentarse en los comercios en tiempos de escasez si se involucra un practicante de la doble moral. El autor y guionista es Andrés Casanova. El director y realizador es Abel Molina Montes de Oca.

Puede descargar o escuchar directamente en Internet los tres cuentos haciendo clic en los siguientes enlaces:

El miércoles
https://drive.google.com/file/d/1v7LRUJIXpFrLljGzyNV5eyH6Oj-Vjyvt/view?usp=drive_link

El coleccionista
https://drive.google.com/file/d/1vyJukFXHoTxkncRDh3kXpB-ttBbyougo/view?usp=drive_link

La camioneta
https://drive.google.com/file/d/1Iuo4k6azSIE52kc7uXhsxAPw0v7ouPrB/view?usp=drive_link
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Acerca de Entre la tierra y el cielo
Novela que refleja en su trama el encuentro entre dos jóvenes apasionados el uno por el otro y las relaciones que sostienen, transgrediendo las normas y patrones de conducta de las familias en las cuales nacieron. Ella, una casta muchacha hija de pastores evangélicos; él, procedente de una familia atea, joven avasallador que ha subyugado antes a decenas de jovencitas.
Desde el punto de vista fabular, la trama se desarrolla en la isla de Cuba. Se trata de una historia de amor presentada con un pretexto narrativo poco habitual para la literatura cubana: el resurgimiento del evangelismo cristiano en el país visto desde la óptica de la intolerancia hacia los creyentes en Dios, sin que la trama se convierta en un dogma religioso.