Con frecuencia, recibo poemas desde Barcelona de mi amigo y más que ello, hermano, Francisco Jiménez Fuenmayor. Generalmente le respondo con otro poema casi siempre escrito aguijoneado por la temática que Francisco trata en sus versos, pero en esta ocasión me ha impactado el hondo contenido existencial del que me envió hace dos días que decidí compartirlo con ustedes. Porque se trata de la ruta de un sendero por el que todos atravesaremos un día.
El poema, según me comentó cuando le pedí autorización para publicarlo en mi muro, queda dedicado a su abuelo Victoriano Fuenmayor (1900-1992).
SOLTAR AMARRAS
Ahora
que ya es tarde
para
casi todo.
Y
ya no te quedan bazas.
Ahora
que la nostalgia
embelesa
tu cansada casa.
Ahora
que los años pesan
y
el presente es pesada carga.
Y
ya no vas al bar con amigos
sino
al médico y a la farmacia.
Ahora
que llegaste a viejo
y
vieja es la soledad de tu cama.
Deja
que impere en tu vida
la
más dulce confianza:
Hiciste
todo lo que pudiste
al
timón de tu barca.
Ya
han salido guardacostas
para
rescatar tu alma.
Tras
la última tormenta
será
la paz y la calma.
Y
abandonarás tu nave
rota
y desvencijada
en
las afueras del paraíso,
en
una playa olvidada.
Te
elevará un viento sagrado
cuando
sueltes las amarras.
Y
serás uno en el Uno
tras
tu gloriosa campaña.
¡Salve
viejo marinero!
No
tengas miedo de nada.
Francisco Jiménez Fuenmayor, Barcelona, 6-XI-2023