Por estos días
he pensado en la lluvia reseca
que cae detrás de los bosques
donde los tomeguines corretean preocupados.
También bebo café
endulzado con un líquido turbio
mientras renuncio a la raspadura y al pan
por esconderse detrás de las cortinas.
Por supuesto que salgo
a tropezar con el viento y las teorías
cantar loas al polvo del camino
y a mirar los dulces que regala un anciano.
No hablo de nimiedades
con amigos y conocidos que encuentro
depositando flores en las estatuas:
"pienso y existo" sólo les digo.
10-XII-2023