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Desde España te (me) llega un consejo

Recibo con frecuencia desde España poemas de mi amigo Francisco Jiménez Fuenmayor, pues hemos descubierto que la mejor manera de comunicarnos es por mediación del lenguaje tropológico. Siempre que recibo uno de sus poemas, me veo casi obligado a responderle con otro mío compuesto al momento o pocas horas después, que desde luego como los poemas suyos, en algún momento quedará expuesto al público.

Sin embargo, con el poema recibido en horas tempranas de hoy me veo obligado a realizar algo diferente: publicarlo de inmediato como consejo de lo alto para mí, para cualquiera, para todo ser humano con independencia de su estatus económico o social.

Deleitarse en lo que Dios nos ofrece gratuitamente, es el mayor regalo del que puede apropiarse toda persona sin esfuerzo alguno.

He aquí el mensaje en lenguaje tropológico de mi hermano español. Estoy aprendiendo a aplicar cada día su consejo. ¿Se atrevería usted también?

 

 

ME CONFORMO

 

Me conformo con poca cosa,

y lo voy escribiendo con la tinta

de las horas en la tapa dorada

de la Caja de Pandora.

 

La nimiedad de estar vivo

y sentir el calor de mi hembra

en el lecho, en una noche de invierno.

 

La fruslería de abrazar a mis hijos

y a mis nietos y comérmelos a besos.

 

La insignificancia de matar la soledad

entre risas y cervezas, con amigos

en tardes felices de vino, tapas y rosas.

 

La banalidad de sobrecogerme

ante la belleza irreal de la vida

en los ojos brillantes de una muchacha

y en el aleteo colorido de una mariposa.

 

La tontería de llorar por dentro

al ver ciego a mi perro...

Y recordar su dulce mirada

de caramelo.

 

La bobada de respirar

y ser parte del Ser

del infinito Universo.

 

Francisco